Game Center Shoujo to Ibunka Kouryuu

Sensación: aspiracionalmente cándida.

Ritmo: a la velocidad en la que Mario Bros se mueve por la pantalla.

Ideal para: verla sin prejuicios comiendo unas palomitas.

Destaca por: el revuelo que ha causado.

Presta oído a: la dicción inglesa.

Clave visual: colores dulces y “potitos”.

Para amantes de: apretujar los cachetes de los niños.

Sorprendente por: la sencillez de su propuesta.

Hay comedias estridentes que buscan la risa fácil, las hay barrocas y absurdas o deliberadamente provocadoras y las hay sin pretensiones, que intentan ser más simpáticas que cómicas. Un humor inocente y pueril que más que humor pretende ser un baño de candidez. Con unos personajes infantilizados que no reflejan su edad real y unas situaciones ingenuas, Game Center Shoujo to Ibunka Kouryuu intenta abrirse paso en una temporada demasiado saturada de estrellas para poder brillar. Y es que es un anime de nicho, de uno delicado, que, en especial en occidente, le obliga a moverse al filo de la navaja.

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Una niña rubia de ojos azules, claramente extranjera, se detiene frente a un “game center”, uno de esos salones recreativos antiguos, con sus máquinas de videojuegos. A penas pone el pie en él, una de los aparatos enseguida atrapa su atención: la enorme vitrina de una máquina de grúa que promete peluches de koala. Su presencia no pasa desapercibida para uno de los jóvenes empleados. Tres horas más tarde, ya cuando termina su turno, se sorprende al ver a la niña todavía pegada a la máquina incapaz de obtener su premio. Da inicio así, el primer malentendido cultural que habrá de unirlos.

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Con un anime de estas características, la polémica está servida. Es inevitable. De forma análoga a las diferentes visiones culturales de sus personajes, la recepción por parte del público dividido entre occidente y Japón ha sido diferente. Se pone así de manifiesto las diferencias socio-ético-morales entre ambos ejes en las cuales la religión, sexualidad y legalidad tienen un rol no menor. Sin la menor intención de profundizar en un tema digno de tesis doctorales podemos eso sí encuadrar la serie en el amplio espectro de anime que han tratado este tema. Si ponemos dos extremos de la vara de medir, se puede establecer objetivamente que está situada próxima a Hanamaru Kindergarten y alejada por completo de Kaze Koi. En la primera, en tono de comedia, una niña de parvulitos se encapricha de su profesor y, para dejar claro sus límites y planteamientos, los niños preescolares son caricaturizados de forma grotesca. La segunda, es un drama abordado con aséptica seriedad sobre la relación de incesto una menor y su hermanastro. Siguiendo la línea de Hanamaru Kindergarten, pero sin llegar a su extremo, ningún personaje aparenta la edad que canónicamente tienen (13 y 18 años). El romance como tal tampoco existe, al no presentarse reciprocidad. Cierto es sin embargo, que deja la suficiente ambigüedad para poder mantener el status quo. En la medida en la que se van introduciendo nuevos personajes, el peso de Lily, la niña, va quedando atenuado y su encaprichamiento con Renji, el joven, aún manteniéndose deja de ser el eje vertebrador.

En esta ocasión, el estudio Nomad opta por unos tonos pastel atenuados pero con una paleta amplia y llena de color. Logra así conferir un aspecto jovial a la vez que cándido y atractivo. La gama de colores realza los hipnóticos ojos azules de Lily y sus eternos sonrojos. Se nota el esfuerzo de diseño del estudio si se compara con otras comedias románticas de su filmoteca tales como la simpática y deliciosa Giji Harem (con un estilo más sobrio) o la también polémica por razones similares y más justificadas Koi to Yobu ni wa Kimochi Warui (con sus colores bien delimitados y brillantes). La animación está a la altura sus trabajos anteriores y la música bien elegida para su temática ligera y lúdica, que al estar cantada por las actrices con la voz de sus personajes, logra además integrarse mejor. No se puede obviar el esfuerzo en la dicción inglesa del anime original, que si bien para un nativo pueda no ser perfecta, es cualitativamente superior a la inmensa mayoría de anime cuyos personajes hablan en inglés.

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Game Center Shoujo to Ibunka Kouryuu es una comedia simple y sin grandes pretensiones, pero que logra dar al público al que va dirigida exactamente lo que busca: una buena dosis de kawaiismo. Habrá quien considere que se propasa y otros que se queda corta. Se desliza entre dos aguas con prudencia sin llegar a mojarse en exceso. Esto queda de relieve, por ejemplo, en la forma de tratar la relación de Aoi, compañera de clase y amiga de Lily, con Renji, su hermano major. Recomendada en especial para los cazadores de imágenes monas de pixiv o necesitados de serotonina.

Título Original

ゲーセン少女と異文化交流

Estudio

Nomad

Obra Original

Manga (Hirokazu Yasuhara)

Director

Toshihiro Kikuchi

Emisión

Verano 2025

Episodios

12 (23 min)